En el mundo de las carreras populares no todos vuelan, y después de los vencedores, llega el furgón de cola y el coche escoba.

Y es en ese lugar donde el running se ve de modo diferente.

Perseguimos a las gacelas a nuestro ritmo: el trote cochinero...


Otro gran día: Family Race de la Maratona do Porto

Porto es probablemente la ciudad que más me ha marcado en mi vida, junto con Santiago, Madrid y París. Tuve la oportunidad de vivir en ella hace 15 años, cuando realizaba el proyecto fin de carrera. Una ciudad que no te deja indiferente, o la amas o la odias. Es nuestra segunda ciudad, a la que volvemos con alegría e ilusión, cambiando el castellano por el portugués, el chorizo por el bacalhau y la Estrella Galicia por la SuperBock.

La Maratona do Porto y todo el ambiente que se crea a su alrededor nos ofrecen un aliciente extra a la hora de correr en una ciudad que vive de cara al mar y por y para el deporte. La Family Race del 2015 sería la prueba objetivo de otoño. Llevaba 2 meses entrenando con tesón, tratando de no fallar en las sesiones, haciendo caso a Álex en todo momento. Haciendo las cuestas, saliendo a rodar, cumpliendo todo el plan en la medida de lo posible. Afortunadamente las piernas respondían y no me dieron ningún susto en las semanas previas.

Y allá que nos fuimos, el jueves por la tarde, en tren, como en aquel año1999. Tras hacer noche en Vigo, nos presentamos en la "Cidade Invicta", con un tiempo maravilloso, que se prolongaría todo el fin de semana. Dejamos las cosas en nuestro habitual "Cuartel General" y bajamos hacia el Palacio de Congresos de la Alfândega, lugar hagitual para recoger dorsales y ver la Expo Marathon. Acostumbrados a bajar el sábado, el ambiente del viernes era muy tranquilo, entrega fluida de dorsales, muchos voluntarios ayudando a la hora de moverte por la Feria, y hasta un fotomatón!!
Aquí estoy!! Recogiendo mi dorsal
El viernes lo dedicamos a patear, a disfrutar un poco de la tarde-noche de Porto y vivir la ciudad.

El sábado amaneció radiante. La idea era salir a trotar los 20 minutos de rigor, pero amanecí con dolor en ambos empeines y el gemelo derecho me molestaba, fruto de caminar más de 10 kms el día anterior con unas botas planas. Optamos por aprovechar el super día y acercarnos al Queimódromo, sede de la salida y llegada de la carrera del día siguiente, y pasear por los paseos entre los castillos do Queijo y Foz. El ambiente era increíble!!! Corredores trotando aquí y allá, bicis por doquier, surferos aprovechando la playa de Matosinhos... y hasta gente bañándose!!! Así que también aproveché para meter las patucas en el agua y relajarme.
Mis fieles compañeras, las Brooks Glycerin 12
La tarde del sábado opté por descansar, cenar pronto, ponerme hielo en las piernas y dejar todo listo para el día siguiente.
Y el despertador sonó a las 6h de la mañana. Era el gran día, estaba nerviosa. Había vivido el ambiente previo en el hotel, lleno de corredores. Lo tenía todo listo. Desayuno con calma, aunque teniendo muy clara la hora máxima de salida del hotel.

Nos encaminamos al metro de Casa da Música. Eran muchos los corredores que ya estaban allí esperando. Y cuál fue nuestra sorpresa cuando llegó el metro y era corto!! Cómo podía ser que MetrodoPorto no hubiera previsto que debía poner trenes largos? Así que entramos como pudimos en el convoy y los 20 minutos de recorrido hasta Câmara de Matosinhos fueron a tope, con gente de muy diversas nacionalidades charlando animadamente. Se mascaban los nervios!!!
 
 Recorrido grabado a fuego y aprendido de memoria. Allá que voy!
Al llegar a la parada acordada, sólo quedaban 500m para la salida. Eran casi las 8h30. Apenas había calentado, pero el caminar rápido ya me animó las piernas. Me encontraba bien. Dejé la bolsa en el guardarropa y fijé un punto de encuentro para la meta. Este año era el primero que correría sola. Juanma no estaba preparado, tras parar 3 meses de entrenar, y llevar apenas 10 días corriendo. Y ése era mi principal miedo. El no tener un apoyo a mi lado durante la carrera obligaría a estar permanentemente concentrada para no rendirme.
Antes de entrar en el cajón de salida. Ambientazo!
El objetivo era claro: aproximarme a 1h45 lo máximo posible siguiento una única premisa: no rendirme y no caminar. Para ello tenía un ritmo marcado a fuego: 7 min/km. Un pobre ritmo para un cerdito volador, pero asumible si mantenía la concentración. Lo importante era disfrutar al máximo.
TrotADAS y Troteiros de Vigo, amigos a los que no pude saludar en la prueba.
Me fui al cajón y allí sola, pensando en mis cosas, traté de concentrarme, pensar en la estrategia y ahí casi me embarga la emoción, los nervios o yo qué sé!! Y se dio la salida, miles de corredores iban camino de su sueño, de 42K o de 15K. Tras pasar el arco de salida, frenazo en seco, la curva de 90 grados para salir a Circunvalação nos frenó a todos. Allí saludé a un par de chicas del León Corre, que participaban por primera vez. Nos deseamos suerte antes de perdernos en la marabunta de corredores.
La salida del Queimódromo. Impresionante hilera de corredores. Más de 15000 corrieron el domingo
Llegamos a Rotonda de la Anémona, centro "neurálgico" de la carrera, y enfilamos hacia el Castelo do Queijo en breve bajada. Allí, frente al Edificio Transparente, animaba con su alegre ritmo el grupo Projecto Bug, haciendo que la gente aplaudiera, gritara y se animara. Tras la rotonda del Castillo, tocaba subir aquella larga cuesta de dos kilómetros, otros años enfilada en la parte final del recorrido. Concentración y ritmo para pasar aquel escollo. Se ven los primeros caminantes.
El grupo Projecto Bug animando el cotarro. Bien por ellos!!
Tras dar un giro de 180 grados, volvemos hacia abajo y enfilamos hacia la derecha en un tramo de falso llano que picaba hacia arriba, antes de una buena cuesta justo en el kilómetro 5. Concentración!!! Recojo el avituallamiento líquido, bebo a sorbos sin parar y me echo agua en las piernas. El calor reinante era importante.

Tramo de bajada y subida nuevamente hasta llegar nuevamente a la Rotonda de la Anémona. Era casi el kilómetro 9. Tiro la botella de agua vacía, que me acompañó durante casi 4 kilómetros y allá al fondo saludo a Juanma. Estaba preoupado, porque había pasado más de una hora y no me había visto. "Qué tal vas? Voy muy bien, no te preocupes." Y me pierdo hacia Matosinhos.
Kilómetro 9. Animada y con ganas de seguir!
En ese momento, nos cruzaríamos constantemente con corredores de la Maratón, grupetos, grupos grandes alrededor de los globos, ánimos a uno y otro lado de la calle. Y llega el kilómetro 10. Miro mi reloj: 1h12. Voy por el buen camino.

La estrategia seguía siendo la misma durante toda la prueba: buscar pequeñas referencias, seguir el ritmo de aquellos que más o menos iban al mismo que yo, y cuando esa referencia era alcanzada, buscar otra más allá. Esa estrategia era la buena. En el avituallamiento del K10, situada casi en el kilómetro 11, cojo una botella de agua, me refresco y me mojo brazos y piernas y me la echo por encima. Cuando ya iba de vuelta desde el final del puerto de Leixões, ya llegando al kilómetro 12, los adoquines me van molestando la rodilla izquierda. En ese punto, los voluntarios cruzan la calle y nos ofrecen agua de nuevo para evitar la deshidratación. La cojo de buen grado y me refresco otro poco más.
Las animadoras precediendo a los primeros de la maratón, que ya bajaban hacia Ribeira.
Tras una curva a la izquierda, llego al kilometro 13. Me siento bien, animada, voy dejando atrás más caminantes, y me animo a seguir más allá. A lo lejos se vuelve a ver la playa de Matosinhos y se intuye la Anémona. Ya está hecho!!! La gente anima, te lleva en volandas. En el kilómetro 14 se separan nuestros pasos de los maratonianos y allí me espera Juanma para acompañarme trotando apenas 100 metros y me deja disfrutar del momento de gloria.
Kilómetro 14. Ya saliendo de Matosinhos. Ya quedaba apenas la rotonda y la subida final.
Ya sólo quedaba subir apenas 200m para entrar en el Queimódromo, por Circunvalação, acompañados por decenas de mensajes de ánimo a izquerda y derecha de la calle. En ese momento el cansancio no existía, sólo quedaba darlo todo en la recta final, cuando allá al fondo ya se vía el arco de meta.

Grito de alegría y darlo todo en esos metros para parar el crono en 1h52 tiempo oficial, tiempo neto 1h46'31. Objetivo cumplido, sin caminar, sin rendirme, sin sufrir y concentrada al máximo. Ése es el camino y ésa era mi gran victoria contra mis miedos.

Tras recoger la medalla, saludé a Guille Gargar, que entró en 7º lugar en la Family Race. Después recogí mi ropa y estiré con calma. Aproveché para ver el ambiente, hacerme unas fotos muy divertidas en el stand de Montepío y ver la llegada de la Maratón.

En definitiva, a pesar del tapón de la salida, del lío del metro, el recorrido me ha gustado. Pierde el encanto de salir de Boavista y el centro, pero los casi tres kilómetros de subida se llevan mejor al principio que al final.

Sólo queda agradecer a los voluntarios, a la organización, a la gente de los avituallamientos, a todo el staff de HF Tuela Porto (donde se desviven por los corredores), a Alex Martínez por animarme desde San Sebastián el sábado, cuando me asaltaban las dudas, y a Juanma, por darme fuerza todo el camino, por confiar en mí, y por sonreír cada vez que pasaba por la Anémona. Gracias, gracias, gracias!! He vuelto a recuperar la confianza.

La próxima carrera (la número 65) será este domingo, en la San Martiño de Ourense, en la que participaré sola, y sin acompañante, pero con el mismo espíritu y las mismas ganas de sacarla adelante.

¡¡Nos vemos!!

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6 comentarios:

helsinki

Enhorabuena, Annie. Me ha encantado tu crónica. Estoy de acuerdo en que Porto es maravilloso. Tb para nosotros es una segunda patria. El domingo fuimos pendientes de cruzarnos y animarte, pero debías volar, porque no te vimos en ningún punto.
Nosotros estaremos este finde haciendo mi 100 maratón en Torozos, así que no coincidiremos en la San Martiño. Un beso y mucha suerte.

TrotADAS de Valdeorras

Gracias Annie por la foto, enhorabuena

Annie

Muchas gracias Carlos!
La verdad es que había tanta gente que era imposible verse, aunque mira que estuve pendiente cuando os cruzaba... en fin, me alegro que hayáis llegado bien a meta y afrontéis con ánimo Torozos. A por la Maratón número 100.

Annie

Muchas gracias a ti, Miguel!
Espero poder compartir muchos kilómetros más con los Trotadas! :)

Rafael

Bueno, bueno,te vas poniendo en forma, ya estas en 15 kms y esa marca sin ese calor seguro que habria sido mucho mejor.
Que te vaya muy bien el domingo Annie¡¡¡.
Un abrazo.

Annie

Muchas gracias Rafa!!!
La verdad es que estaba extra-motivada, porque Porto es así!! El ambiente es tan bueno... no sé por qué, pero al ser una carrera internacional, donde hay gente de 50 países, no existe tanta marquitis, y eso te hace correr relajada...
En cuanto a la carrera de ayer, ya tengo la crónica en el horno... próximamente en el blog! :)

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