Pues eso me pasó a mí, que un día tras otro y con pocas ganas
de ponerme a escribir, o tal vez porque no tenía demasiadas cosas
que contar, o porque las cosas que me ocurrían eran sencillas e
insignificantes (o eso pensaba yo)... así acabó Mayo, pasó Junio,
Julio fueron vacaciones atléticas... y llegó Agosto, en el que
llegarán por fin mis vacaciones y mi tan ansiado descanso mental.
Pero echemos la vista atrás un poco al trimestre pasado...
Mayo acabó con mi paso a la categoría Veterana B. Sí, sí,
cuarenta castañas que cayeron, lejos quedan las épocas de senior en
las que corría poco, pero ahora con 7 años más en el cuerpo, pues
las piernas pesan más, y los años... o eran los kilos?? No me
importa reconocer la edad que tengo, se trata de llevar la vida con
la mejor de las sonrisas. La vida y las canas le quitan importancia a
las cosas, y la vergüenza del furgón de cola se va borrando. Lo
importante es no hacerse daño...
Tras la Carrera contra el Cáncer de A Rúa, nos pusimos en modo
Aquilianos, prueba estrella de junio, y eso significó cambiar de
planteamiento: entrenamientos en el Pajariel, alguna que otra cuesta,
y recuperar los bastones. No, no, amigos cofrades, no me he pasado al
lado oscuro (la montaña), sino que junio han servido de escenario de
andainas y travesías, antes del duro (durísimo diría yo) verano de
calor.
Junio
El primer sábado de junio se convierte en la cita obligada que
abre el verano: Travesía Integral de Montes Aquilianos, 20 edición,
una carrera que no es competitiva, en la que se trata de disfrutar
del monte y de las vistas, que son espectaculares. Fieles a nuestra
filosofía, fuimos caminando todo el camino. La subida a la Ramosa
con calma, la subida a los Doce Apóstoles rodeados de un rebaño de
cabras y ovejas, en la que me encontré fenomenal, pero tras el
descanso de Ferradillo la frescura no fue tal y acabé con ambos
gemelos acalambrados, prefiriendo subir más que bajar... Íbamos
para hacer menos tiempo que otros años (bajar de las 11h), pero mis
problemas musculares hicieron que perdiéramos tiempo. Resultado: una
espectacular sonrisa, alegría por finalizarla y con ganas de que
llegue la edición número XXI.
Coronando el alto de los Doce Apóstoles, en el km. 24 de la Travesia
Hacia mediados de junio, coincidiendo en fecha con la Media
Maratón Nocturna de Ponferrada, decidimos dejar Mordor, y pasar la
tarde en mi querida Valdeorras (tierra de nacimiento de mi familia).
Allí se desarrollaba el II Trail Trotadas Valdeorras, por los montes
de los alrededores de O Barco. Respondimos al llamamiento del buen
amigo José Parra, organizador de la prueba, y nos prestamos a echar
una mano en lo que pudiéramos y allí nos presentamos, provistos de
sombrilla, agua bien fresquita y buen humor, para ayudar en el tercer
avituallamiento. Allí, en mitad del monte, pasamos una divertida
tarde, con música y alegría. Dura ruta, por lo que pudimos
comprobar, terreno bastante técnico y gran ambiente.
En la salida/llegada del Trotadas Trail, antes de subir al monte. Gentileza de Promecom
Animada
merienda post-carrera, divertida entrega de premios y vuelta a
Ponferrada, justo a tiempo para seguir los últimos kilómetros de la
Nocturna: animar a Álex, el míster, en su victoria, y a todos los
valientes corredores, que desafiaron el calor agobiante. Una pena que
ambas pruebas coincidieran (aunque se anunció antes el Trail que la
Media), pero pasamos una tarde estupenda con el habitual buen rollo.
El último domingo de junio decidimos probar una carrera nueva, en
una zona que apenas conocía: la I Caldelas Vegan Trail, en Castro
Caldelas (Ourense). Una carrera especial por varias razones: por ser
la primera que se organizaba en ese ayuntamiento, por ser tres
pruebas en una: una de 45K, una de 21 y una de 6K, y porque todos los
avituallamientos así como la comida post-carrera eran veganos.
Dado que junio había sido complicado después de Aquilianos
(estuve 10 días sin entrenar) y no iba muy confiada, decidimos hacer
la andaina de 6K, testimonial, simplemente para estar con la gente y
probar algo distinto. Probamos de todo: barro en algunas zonas (y yo
con mis Glycerin de asfalto), arboledas estupendas, y zonas de
asfalto. Un error de señalización nos hizo “colarnos” en el
recorrido largo de 45K y hacer finalmente 3 kilómetros más. Nos dio
igual, nos lo tomamos con filosofía y contentos por
conocer la zona.
Nuestra llegada a meta. Gentileza de Tuchi Fernández
La comida post-carrera estaba rica (aunque la cola,
con el calor reinante, se hizo pesada y larga) y volvimos a
Ponferrada encantados.
Julio: parón casi total
El mes de julio era de vacaciones en Running para Todos. Alex nos
daba un descanso de dos meses. Con grandes intenciones de entrenar en
verano, para preparar Porto, habíamos empezado a trotar casi de
nuevo, pero un inoportuno accidente de tráfico de Juanma
(afortunadamente sin consecuencias importantes aparte de los
habituales problemas cervicales), hizo que se fueran las ganas de
entrenar. Sin compañero de entrenos y con días de calor extremo en
Ponferrada, no me animo a ponerme las zapas y salir a correr. Y
tampoco soy capaz de madrugar, así que mes en blanco prácticamente.
El mes de julio se saldó con 3 entrenos, cortos y lentos, alguno
a ca-cos, pero con la vista puesta en que agosto no puede seguir así.
Agosto
Así que con agosto, volvimos a calzarnos las zapas. Entrenos
entre 35 y 40 minutos, no más de 5 kilómetros, pero con buenas
sensaciones. Con la vista puesta en algunas carreras en Valdeorras,
ya que con el buen tiempo, nos acercamos a la “Terriña” para
participar en algunos eventos deportivos, que os contaré la semana
que viene:
- Marcha Nocturna “Entre Lobos e Estrelas”, por las Tierras
Altas de Trevinca, en A Veiga, el pasado 1 de agosto.
- II Milla Urbana Nocturna “A Rúa 2015”, el viernes 7 de
agosto.
Pero eso será... en otro post!!! :)