En el mundo de las carreras populares no todos vuelan, y después de los vencedores, llega el furgón de cola y el coche escoba.

Y es en ese lugar donde el running se ve de modo diferente.

Perseguimos a las gacelas a nuestro ritmo: el trote cochinero...


Summer running: Ruta de los Canteros

Seguimos con esta serie de rutas de verano. En este caso no salimos del municipio de Ponferrada.

El 15 de agosto tuvimos la buena o mala idea (según como se mire), de hacer la Ruta de los Canteros. Buena porque la ruta es preciosa y todo el mundo nos la había recomendado, y mala porque el calor era fuerte y teníamos que haber madrugado más (es lo que tiene ser festivo y tener ganas de quedarse un ratín más en la cama).

Algunos de nuestros compañeros de Escuela hacen sus tiradas dominicales por este camino, que une Ponferrada con el pueblo vecino de San Miguel de Las Dueñas, que pertenece al municipio de Congosto. Esta senda discurre por encima de la vía del tren, en sentido León, por el "cañón" del río Boeza, y tiene una longitud de unos 7 kilómetros.

Sendero que nos lleva a la salida de la ruta

Empezamos nuestro recorrido en el cruce de la vía con el camino de Santiago, en la Carretera de Molinaseca. Allí recorrimos una senda que bordeaba la vía del tren al pie de una viña. Pasado un kilómetro, allí encontramos el acceso a la senda.
Original punto de partida de la ruta


Al principio de la senda podemos ver un camino pedregoso, pero que poco a poco da paso a un camino precioso, rodeado de encinas y en algunos tramos de pinares, con sol y sombra. El continuo sube-baja y falsos llanos hacían que la subida fuera tendida, pero el paisaje espectacular, con el río Boeza acompañando nuestro camino, hacía más llevadero el recorrido.
Salto del Embalse de Montearenas, unión de los ríos Meruelo y Boeza, junto a la vía
 
Una vez pasada la unión de los ríos Boeza y Meruelo y el Embalse de Montearenas, nos quedaba una buena subida hasta llegar al alto antes de iniciar la bajada hacia San Miguel de las Dueñas. Habíamos llegado al final de la Senda. Llevábamos algo más de 6 kilómetros pero la hora se nos echaba encima, por lo que dimos la vuelta, tras de 1h35 de caminata, en lugar de bajar a San Miguel.
Espectacular mirador al "cañón" del Río Boeza

El camino de vuelta, al ser prácticamente en bajada se hace mucho más llevadero, aunque el calor apretaba ya de lo lindo. Total casi 13 kms, en 3 horas justas, caminando en un 95% del tiempo.

Ya llegando a Ponferrada, un tren nos saluda en el sendero paralelo a la vía.

En resumen, una ruta estupenda, para hacer el otoño o primavera, cuando la naturaleza está en su esplendor y cuando la temperatura es más llevadera. Repetiremos, seguro.

Summer Running: Meda-As Ermitas

Si algo caracteriza el verano, es que solemos hacer cosas que de otro modo no sería posible. Llevaba muchos meses (más de año y medio), pensando en recorrer el camino que lleva entre Meda, mi refugio en las Tierras de Trevinca, y el Santuario de la Virgen de las Ermitas, patrona de Valdeorras, en el Concello de O Bolo.


As Ermitas, nuestro destino en este Summer Running de hoy
Había realizado esa ruta con mi madre hacía unos años, y recordaba el camino, asfalto en su primer tramo (unos 11 kms) y una parte final de 8 kilómetros de senderos y pistas. Y allá que nos fuimos, un domingo por la mañana.

El primer tramo, entre Meda y la presa de Prada, era básicamente en bajada, para calentar las piernas caminando, sin correr, ya que el desayuno todavía estaba "fresco". La temperatura era ideal y los sonidos de la naturaleza se mezclaban con nuestra charla.
Pantano e isla desde la valla del Salto de Prada

Una vez pasado el salto, una breve parada para hidratarnos antes de afrontar el tramo más complicado de la ruta: la subida al Alto da Xigúa, tres kilómetros y medio de subida, tendida, en el que pudimos ver hasta un corzo que cruzaba la carretera (lástima que la cámara no estuviera preparada para inmortalizar ese momento).

Tras coronar el alto, acabó el paso tranquilo (andando) que llevábamos y empezamos a correr. Debíamos bajar el mismo desnivel que habíamos subido, pero en la mitad de distancia, hasta llegar al pueblo de San Pedro. Allí tomamos un camino que bordeaba la iglesia, desbrozado afortunadamente, para llegar al lugar de Carqueixedo, donde giramos a la derecha para encontrarnos con la carretera O Bolo-Valbuxán.
Vista de la torre de O Bolo desde el camino do Carqueixedo

El calor comenzaba a apretar y nos quedaba un tramo agradable entre árboles, aunque lleno de maleza, para luego enganchar con la pista que viene de O Bolo hasta Santa Cruz. Entre viñedos, árboles, y un sube-baja, hasta llegar a Santa Cruz. Una vez allí, sólo quedaba cruzar la OU-533, para llegar al desvío que bajaba al Santuario.
Desvío para acceder al pueblo de As Ermitas

Allí nos esperaba esta construcción del Siglo XVII, escavada en la roca, y que tantas visitas recibe durante el año. Tras algo más de 3 horas y casi 20 kilómetros, al estilo cerdito volador (corriendo y caminando), llegamos a ver a la "patrona" de todo el Oriente Ourensano.
Los galgos descansando y los cerditos caminando!

Una ruta estupenda para un domingo de verano, rodeado de naturaleza y con unas vistas espectaculares!!
En la puerta del Santuario, sólo nos quedaba la visita a la Virgen y fin de la ruta!

Las otras 21 lunas y media

Hace unos días se celebró una nueva edición, la sexta, de la Media Maratón Nocturna de Ponferrada. Se trata de una cita ineludible del verano con el running en la ciudad. Más de 800 inscritos en la carrera "grande" y un montón de niños en la carrera familiar han llenado de corredores y de ambiente la ciudad.

Ahora, vista desde la distancia y desde el punto de vista de un corredor que no participó pero que sí colaboró, aún me quedan en la retina y en la mente, fotografías y vídeos de aquellos momentos, que pueden parecer insignificantes, y de aquellas personas que no aparecerán en la prensa por su marca o su puesto de honor en la clasificación.

Recuerdo a los niños, que participaban con especial ilusión en la carrera familiar, algunos acompañados por sus padres, sus hermanos o sus tíos. Llegaban a meta con el objetivo alcanzado y recogían su premio en forma de camiseta, que lucían con orgullo, y su avituallamiento.

Salida de la Carrera Familiar

Una vez finalizada la entrega de regalos, subí a la salida, con el fin de ayudar a los corredores a ubicarse, o a lo que fuera menester. Una vez allí no pude sentir más que mucha envidia, viendo a mis amigos preparados, nerviosos, con ganas de empezar, envueltos en ese maravilloso ambiente, público expectante, música espectacular ("Highway to hell" de los AC-DC), que hacía que los corredores saltaran y gritaran, los espectadores también, y todos quisiéramos echarnos a correr con ellos...
Ambientazo en la salida (Foto: El Bierzo Digital)
 
Tras el kilómetro 2, de vuelta al castillo, animé y aplaudí a todos los corredores, del primero al último, con el público increíble, entregado a la causa, respondiendo a los gritos de los corredores. Más envidia.. :-)

A partir de ahí, peregrinar de corredores por la ciudad, ánimos para los que iban en cabeza, a los de casa, a los del medio y sobre todo a los del furgón de cola, muchos de ellos amigos, que perseguían el sueño de acabar su primera media maratón.

Una vez llegada a mi puesto en meta, en la recogida de los chips, pude disfrutar al máximo de la llegada y de esos pequeños detalles...
 


Recuerdo al vencedor, de rodillas, dando gracias por la victoria.

El vencedor, de rodillas, tras cruzar la meta (Foto: El Bierzo Digital)

Los abrazos de los corredores con sus liebres (oficiales, oficiosas o improvisadas), al llegar, exhaustos pero felices de haber cumplido con su objetivo.
Liebres "oficiales", que ayudaron a los corredores (Foto:MediaMaratonLeon)


Permanecen especialmente las lágrimas de Anina, compañera de la ULE, cuando se abrazó con sus ángeles de la guarda (Pili y Chus), al finalizar su primera media, o la gran sonrisa de Esther, al finalizar su debut en la distancia. La cara de satisfacción de Miguel, María y Luismi al llegar. También el baile de Ramón, o la gran sonrisa y el sprint final de Paco Bao...
Pili, Anina, Chus y Esther, compañeros de Escuela, tras acabar la Media (Foto: Manola)

Éstas son las imágenes que quedarán en mi mente. Porque ellos, los corredores anónimos, más allá de un puesto en la clasificación general, son los grandes protagonistas y los vencedores de las carreras populares.

A ellos les debía esta crónica.


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