En el mundo de las carreras populares no todos vuelan, y después de los vencedores, llega el furgón de cola y el coche escoba.

Y es en ese lugar donde el running se ve de modo diferente.

Perseguimos a las gacelas a nuestro ritmo: el trote cochinero...


Otro gran día: Family Race de la Maratona do Porto

Porto es probablemente la ciudad que más me ha marcado en mi vida, junto con Santiago, Madrid y París. Tuve la oportunidad de vivir en ella hace 15 años, cuando realizaba el proyecto fin de carrera. Una ciudad que no te deja indiferente, o la amas o la odias. Es nuestra segunda ciudad, a la que volvemos con alegría e ilusión, cambiando el castellano por el portugués, el chorizo por el bacalhau y la Estrella Galicia por la SuperBock.

La Maratona do Porto y todo el ambiente que se crea a su alrededor nos ofrecen un aliciente extra a la hora de correr en una ciudad que vive de cara al mar y por y para el deporte. La Family Race del 2015 sería la prueba objetivo de otoño. Llevaba 2 meses entrenando con tesón, tratando de no fallar en las sesiones, haciendo caso a Álex en todo momento. Haciendo las cuestas, saliendo a rodar, cumpliendo todo el plan en la medida de lo posible. Afortunadamente las piernas respondían y no me dieron ningún susto en las semanas previas.

Y allá que nos fuimos, el jueves por la tarde, en tren, como en aquel año1999. Tras hacer noche en Vigo, nos presentamos en la "Cidade Invicta", con un tiempo maravilloso, que se prolongaría todo el fin de semana. Dejamos las cosas en nuestro habitual "Cuartel General" y bajamos hacia el Palacio de Congresos de la Alfândega, lugar hagitual para recoger dorsales y ver la Expo Marathon. Acostumbrados a bajar el sábado, el ambiente del viernes era muy tranquilo, entrega fluida de dorsales, muchos voluntarios ayudando a la hora de moverte por la Feria, y hasta un fotomatón!!
Aquí estoy!! Recogiendo mi dorsal
El viernes lo dedicamos a patear, a disfrutar un poco de la tarde-noche de Porto y vivir la ciudad.

El sábado amaneció radiante. La idea era salir a trotar los 20 minutos de rigor, pero amanecí con dolor en ambos empeines y el gemelo derecho me molestaba, fruto de caminar más de 10 kms el día anterior con unas botas planas. Optamos por aprovechar el super día y acercarnos al Queimódromo, sede de la salida y llegada de la carrera del día siguiente, y pasear por los paseos entre los castillos do Queijo y Foz. El ambiente era increíble!!! Corredores trotando aquí y allá, bicis por doquier, surferos aprovechando la playa de Matosinhos... y hasta gente bañándose!!! Así que también aproveché para meter las patucas en el agua y relajarme.
Mis fieles compañeras, las Brooks Glycerin 12
La tarde del sábado opté por descansar, cenar pronto, ponerme hielo en las piernas y dejar todo listo para el día siguiente.
Y el despertador sonó a las 6h de la mañana. Era el gran día, estaba nerviosa. Había vivido el ambiente previo en el hotel, lleno de corredores. Lo tenía todo listo. Desayuno con calma, aunque teniendo muy clara la hora máxima de salida del hotel.

Nos encaminamos al metro de Casa da Música. Eran muchos los corredores que ya estaban allí esperando. Y cuál fue nuestra sorpresa cuando llegó el metro y era corto!! Cómo podía ser que MetrodoPorto no hubiera previsto que debía poner trenes largos? Así que entramos como pudimos en el convoy y los 20 minutos de recorrido hasta Câmara de Matosinhos fueron a tope, con gente de muy diversas nacionalidades charlando animadamente. Se mascaban los nervios!!!
 
 Recorrido grabado a fuego y aprendido de memoria. Allá que voy!
Al llegar a la parada acordada, sólo quedaban 500m para la salida. Eran casi las 8h30. Apenas había calentado, pero el caminar rápido ya me animó las piernas. Me encontraba bien. Dejé la bolsa en el guardarropa y fijé un punto de encuentro para la meta. Este año era el primero que correría sola. Juanma no estaba preparado, tras parar 3 meses de entrenar, y llevar apenas 10 días corriendo. Y ése era mi principal miedo. El no tener un apoyo a mi lado durante la carrera obligaría a estar permanentemente concentrada para no rendirme.
Antes de entrar en el cajón de salida. Ambientazo!
El objetivo era claro: aproximarme a 1h45 lo máximo posible siguiento una única premisa: no rendirme y no caminar. Para ello tenía un ritmo marcado a fuego: 7 min/km. Un pobre ritmo para un cerdito volador, pero asumible si mantenía la concentración. Lo importante era disfrutar al máximo.
TrotADAS y Troteiros de Vigo, amigos a los que no pude saludar en la prueba.
Me fui al cajón y allí sola, pensando en mis cosas, traté de concentrarme, pensar en la estrategia y ahí casi me embarga la emoción, los nervios o yo qué sé!! Y se dio la salida, miles de corredores iban camino de su sueño, de 42K o de 15K. Tras pasar el arco de salida, frenazo en seco, la curva de 90 grados para salir a Circunvalação nos frenó a todos. Allí saludé a un par de chicas del León Corre, que participaban por primera vez. Nos deseamos suerte antes de perdernos en la marabunta de corredores.
La salida del Queimódromo. Impresionante hilera de corredores. Más de 15000 corrieron el domingo
Llegamos a Rotonda de la Anémona, centro "neurálgico" de la carrera, y enfilamos hacia el Castelo do Queijo en breve bajada. Allí, frente al Edificio Transparente, animaba con su alegre ritmo el grupo Projecto Bug, haciendo que la gente aplaudiera, gritara y se animara. Tras la rotonda del Castillo, tocaba subir aquella larga cuesta de dos kilómetros, otros años enfilada en la parte final del recorrido. Concentración y ritmo para pasar aquel escollo. Se ven los primeros caminantes.
El grupo Projecto Bug animando el cotarro. Bien por ellos!!
Tras dar un giro de 180 grados, volvemos hacia abajo y enfilamos hacia la derecha en un tramo de falso llano que picaba hacia arriba, antes de una buena cuesta justo en el kilómetro 5. Concentración!!! Recojo el avituallamiento líquido, bebo a sorbos sin parar y me echo agua en las piernas. El calor reinante era importante.

Tramo de bajada y subida nuevamente hasta llegar nuevamente a la Rotonda de la Anémona. Era casi el kilómetro 9. Tiro la botella de agua vacía, que me acompañó durante casi 4 kilómetros y allá al fondo saludo a Juanma. Estaba preoupado, porque había pasado más de una hora y no me había visto. "Qué tal vas? Voy muy bien, no te preocupes." Y me pierdo hacia Matosinhos.
Kilómetro 9. Animada y con ganas de seguir!
En ese momento, nos cruzaríamos constantemente con corredores de la Maratón, grupetos, grupos grandes alrededor de los globos, ánimos a uno y otro lado de la calle. Y llega el kilómetro 10. Miro mi reloj: 1h12. Voy por el buen camino.

La estrategia seguía siendo la misma durante toda la prueba: buscar pequeñas referencias, seguir el ritmo de aquellos que más o menos iban al mismo que yo, y cuando esa referencia era alcanzada, buscar otra más allá. Esa estrategia era la buena. En el avituallamiento del K10, situada casi en el kilómetro 11, cojo una botella de agua, me refresco y me mojo brazos y piernas y me la echo por encima. Cuando ya iba de vuelta desde el final del puerto de Leixões, ya llegando al kilómetro 12, los adoquines me van molestando la rodilla izquierda. En ese punto, los voluntarios cruzan la calle y nos ofrecen agua de nuevo para evitar la deshidratación. La cojo de buen grado y me refresco otro poco más.
Las animadoras precediendo a los primeros de la maratón, que ya bajaban hacia Ribeira.
Tras una curva a la izquierda, llego al kilometro 13. Me siento bien, animada, voy dejando atrás más caminantes, y me animo a seguir más allá. A lo lejos se vuelve a ver la playa de Matosinhos y se intuye la Anémona. Ya está hecho!!! La gente anima, te lleva en volandas. En el kilómetro 14 se separan nuestros pasos de los maratonianos y allí me espera Juanma para acompañarme trotando apenas 100 metros y me deja disfrutar del momento de gloria.
Kilómetro 14. Ya saliendo de Matosinhos. Ya quedaba apenas la rotonda y la subida final.
Ya sólo quedaba subir apenas 200m para entrar en el Queimódromo, por Circunvalação, acompañados por decenas de mensajes de ánimo a izquerda y derecha de la calle. En ese momento el cansancio no existía, sólo quedaba darlo todo en la recta final, cuando allá al fondo ya se vía el arco de meta.

Grito de alegría y darlo todo en esos metros para parar el crono en 1h52 tiempo oficial, tiempo neto 1h46'31. Objetivo cumplido, sin caminar, sin rendirme, sin sufrir y concentrada al máximo. Ése es el camino y ésa era mi gran victoria contra mis miedos.

Tras recoger la medalla, saludé a Guille Gargar, que entró en 7º lugar en la Family Race. Después recogí mi ropa y estiré con calma. Aproveché para ver el ambiente, hacerme unas fotos muy divertidas en el stand de Montepío y ver la llegada de la Maratón.

En definitiva, a pesar del tapón de la salida, del lío del metro, el recorrido me ha gustado. Pierde el encanto de salir de Boavista y el centro, pero los casi tres kilómetros de subida se llevan mejor al principio que al final.

Sólo queda agradecer a los voluntarios, a la organización, a la gente de los avituallamientos, a todo el staff de HF Tuela Porto (donde se desviven por los corredores), a Alex Martínez por animarme desde San Sebastián el sábado, cuando me asaltaban las dudas, y a Juanma, por darme fuerza todo el camino, por confiar en mí, y por sonreír cada vez que pasaba por la Anémona. Gracias, gracias, gracias!! He vuelto a recuperar la confianza.

La próxima carrera (la número 65) será este domingo, en la San Martiño de Ourense, en la que participaré sola, y sin acompañante, pero con el mismo espíritu y las mismas ganas de sacarla adelante.

¡¡Nos vemos!!

Corriendo entre viñedos: 1er Gran Premio de Montaña DO Valdeorras

Siempre es un lujo ver nacer una carrera, sea donde sea, y vivir la ilusión de aquellos que organizan una prueba en su casa y ponen su empeño en que la visita a su pueblo/ciudad y la participación en la carrera te deje con el suficiente buen sabor de boca como para volver en la siguiente edición.


Y por ello, cuando se anunció el Gran Premio de Montaña y Andaina D.O. Valdeorras, no dudé en apuntarme, a pesar de que la montaña no es lo mío. Pero el poder recorrer una parte de la comarca que apenas conozco, era suficiente aliciente para madrugar un domingo, ponerme las zapas y brincar por los montes.

Existían diferentes modalidades: trail largo/andaina de 20k y trail corto/andaina corta de 7k. Perfil exigente para el primer caso y perfil más asequible a los novatos como yo en el segundo.



Por fecha coincidía con otras pruebas más multitudinarias (Barrancas de Santalla, Coruña10), por lo que el número de participantes no era muy elevado, pero el ambiente era magnífico. Desde las 9h de la mañana salían, cada 30 minutos, participantes en las distintas categorías. La nuestra era la última, ya que éramos los que menos tardarían en finalizar el recorrido.
Con Miguel, del TrotADAS de Valdeorras, antes de la salida.
Tras hablar con Iván, organizador de la carrera, la estrategia era simple: subir caminando ya que los 3 primeros kilómetros eran de subida constante, en la que se salvaban más de 200m de desnivel, y llanear y bajar corriendo, en los 4 kilómetros restantes.

El primer tramo quitaba el aliento. Yo salía con unas Salomon de montaña, y el primer kilómetro y medio era de asfalto. Lo sabía pero al llover el día anterior, preferí no subir con zapas de asfalto por si acaso. Y fue un error. 
Subiendo en el primer tramo de la prueba (Foto: Erik)
En fin, soy un cerdito volador, estoy acostumbrada a ver las carreras desde la cola del pelotón, pero lejos de rendirme, me quité los auriculares y simplemente disfruté del paisaje, en medio de viñas a mi izquierda y pinares a mi derecha. De vez en cuando echaba la vista atrás para ver las impresionantes vistas sobre el valle de A Rúa, con el Embalse de San Martiño a su lado. 

Una vez coronado el alto, en el punto en el que se separaban los recorridos cortos y largos, giré a la izquierda hacia un tramo de bajada, continua y constante, con alguna piedra suelta pero asumible. Los cerditos odiamos subir y somos muy torpes bajando, pero lo fuimos llevando. 

La bajada acabó cuando llegué al avituallamiento del km.5. No hacía calor, se estaba bien, pero venía recalentada de la bajada, así que comí un trozo de sandía, bebí agua, me eché unas risas con las voluntarias, y seguí hacia meta. Quedaba llanear por un sendero entre las huertas y viñas cerca de la Bodega Quinta da Peza.

Cuando quedaban 600 metros, allí me esperaba Juanma, que todavía estaba convaleciente de su ciática, justo al final de la cuesta final, justo antes de enfilar hacia el pueblo de Fontei, donde estaba la meta.

Entre viñas, a falta de un kilómetro de meta. (Foto: Erik)
Prueba superada, recompensada con trofeo (3ª fémina y 1ª veterana), recibidos tras un picoteo regado con un buen vino de Valdeorras.
Podio Categoría Absoluta Femenina. (Foto: Erik)
En definitiva, una mañana bien aprovechada, en buena compañía, y en una carrera en familia pero muy bien organizada, con mucha ilusión y con un recorrido tal vez un poco corto (un par de kilómetros más hubieran estado mejor) pero vistoso.

Esperamos la 2ª edición!

Tiramillas: Milla de O Barco 2015

Si hay una carrera clásica al final del verano, ésa es la Milla de O Barco.

Lo es por múltiples razones: porque está encuadrada en las Fiestas do Cristo (con un ambiente increíble), porque tiene carreras para todas las categorías (desde todas las categorías infantiles, y hasta élite masculina y femenina), porque el Club ADAS y la Delegación de atletismo organizan la prueba a la perfección. Por algo llevan 29 ediciones, con muchísima participación. ¿Qué más se puede pedir?

Y hasta O Barco nos fuimos, y tras aparcar, nos acercamos al Teatro Lauro Olmo a por el dorsal y había muchísima gente: niños nerviosos con su dorsal, padres acompañándoles (algunos de ellos también corredores) y público que se iba acercando al circuito. Las carreras menores estaban a punto de empezar y como me quedaba una hora para la carrera, pues me fui a tomar un café con hielo antes de ir a calentar.

Allí me encontré con Noemí Villar, gran corredora, que se había acercado hasta O Barco a ver la prueba. Noemí y yo coincidimos en categorías  inferiores en el desaparecido Club ENDESA de Ponferrada, y fue un placer charlar algo con ella y luego escucharla animarme en el transcurso de la carrera. Gracias guapa!!!

A falta de 30 minutos, me fui a la orilla del río a calentar. Allí compartí zancadas y estiramientos con Paco Bao, Carlos y Fito, del TrotADAS Valdeorras, con los que compartiría camiseta, ya que llevaba la camiseta rosa que amablemente me habían regalado. Qué menos!!
TrotADAS power, con Carlos Revuelta y Paco Bao
A las 18h50 nos convocaron a cámara de llamadas, ese rincón cerrado y acotado en el que nos concentraron a todos antes de encaminarnos todos hacia la salida. El ambiente iba creciendo a medida que se iba acercando la hora de las carreras élite. Saludé a algunos corredores más y a la salida!! Todas las categorías de chicas adultas (curiosamente todas veteranas de más de 35 años) correríamos con los veteranos de más de 45 años. Se mascaba el nerviosismo, pero algunas bromas entre nosotros hicieron que el ambiente se distendiera.

Esperando la salida... (Foto: Diario O Sil)

A las 19h03 se dio la salida. Yo iba con la misma filosofía que en A Rúa, a divertirme, sin importarme ritmos, ni puestos. Debíamos dar prácticamente 3 vueltas y media al circuito, que incluía curvas de 180 grados, tan molestas porque te tienes que parar prácticamente para seguir adelante. Según iba haciendo el recorrido, era muchos los que me iban animando, muchos TrotADAS que no participaban y así como Fer, compañero de entrenos con Running Para Todos. Gracias chic@s!!!
 El Gran Paco Bao, un veterano ilustre del atletismo valdeorrés

 Dando unas vueltillas... :-)
Carlos Revuelta (Dorsal 88) haciendo el giro de 180º en meta.
Fui prácticamente en el mismo puesto toda la carrera, sin adelantar ni adelantarme nadie con lo cual me supe colocar en mi puesto perfectamente. Recta final de llegada y meta por fin!! Marca discreta: 8'51", pero contenta porque me lo he pasado bien. Nuestra carrera (veteranas A) la ganó Carmiña (amiga y compañera de Running Para Todos) en un apretado sprint, ¡¡bien por ella!! . En la meta, avituallamiento líquido, camiseta de recuerdo y una botella de vino, obsequio habitual en esta prueba.
Apretadísimo sprint final de Carmina (izqda) y Mónica (derecha). Qué grande eres Carmen!,

Tras estirar, fui al coche a cambiarme para ver las carreras élite, saludando y charlando con gente, que se preocupaban por la evolución de Juan, que afortunadamente va mejorando poco a poco.

Ambientazo total para ver la evolución de las carreras élite, victorias de Solange Pereira (con Nuria Lugueros en segundo lugar) y de Saúl Ordóñez en un apretadísimo sprint. Está claro que O Barco siente su milla como uno de los acontecimientos más importantes de sus fiestas.
 Con la vencedora de la Milla élite, Solange Pereira, Campeona de España de 1500ml en 2015. Muchas gracias por tu simpatía!
Los tres Runneros juntos, Fer, Carmen y yo. Vaya trío!
En resumen, carrera 61 con buenas sensaciones y con ganas de más, que anima a tomar la nueva temporada de entrenos con Running Para Todos con muchas ganas. Vamos a por ellos!!!

Agosto de carreras: I Carrera Popular y Andaina Concello de A Veiga

Aprovechando que el fin de semana del 15 de agosto es cuando más gente hay en el Concello de A Veiga, el Ayuntamiento, junto con el ADAS Proinor y la Delegación Valdeorresa de Atletismo, organizaron la I Carreira Popular y Andaina del Concello de A Veiga.

En muchas ocasiones hemos comentado, entrenando por los montes de Meda, que sería maravilloso poder correr por el entorno con un paisaje espectacular y fue una alegría que surgiera esta prueba.

La lumbalgia de mi compañero de cofradía se tornó en ciática que, a día de hoy, todavía le tiene absolutamente mermada la capacidad física, así que subí el domingo 16 por la mañana por el simple hecho de disfrutar la carrera popular en mi pueblo y disfrutar de una rica comida en familia.

El recorrido tenía forma de pirámide: los cuatro primeros kilómetros serían de subida, que se bajaría los otros cuatro kilómetros. El entorno era de sobra conocido por mí, sobre todo cuando se recorría de noche en busca de las mejores fiestas en las diferentes parroquias del concello :).


Y allá que me presenté. Saludé a mucha gente, algunos corredores, amigos de pueblos vecinos, trabajadores del concello... el ambiente era inmejorable, los andarines ya habían salido y sólo quedábamos los corredores, charlando y calentando. La metereología acompañaba, el calor no era tal, corría el aire y las nubes permitirían correr con comodidad.
Los TrotADAS no podían faltar!!!

A las 11h se dio la salida, el primer kilómetro era en bajada y falsos llanos. Saludando aquí y allá, entusiasmada. Tras cruzar el puente de A Veiga, nos tocaría girar a la izquierda, hacia Corzos para enfilar la parte dura de la carrera.
Empezando la carrera, en la plaza do Concello. (Foto: Diario O Sil)
Sube y sube y sube. Me lo tomé con filosofía, con Paco Bao a mi lado, pero tras un kilómetro de subida, con los gemelos pidiendo la hora, decidí caminar con paso vivo para no perder mucha comba. Y allí me encontré, acompañada por la ambulancia de cierre de carrera, pero sin importarme lo más mínimo. La carretera tiraba hacia arriba, pero rodeada de árboles, prados verdes, y el sonido de los pájaros, qué más podía pedir?

Llegando al cruce de Baños, acabaría el recorrido duro. Y hala, ahora para abajo!!! Ahora sí que me lo pasaba genial, venga para abajo, sonriendo como si fuera la primera de la carrera, disfrutando a tope del recorrido. No sé por qué, pero no dejé de sonreír en lo que quedaría de carrera. En la plaza de Baños, avituallamiento: "Paso a una de Meda (y de Candeda, claro!!)".

Los dos kilómetros que quedaban eran llanos, falsos llanos, subiditas y bajaditas, que hice corriendo y caminando tramos de 20 metros para recuperar. Sólo quedaba afrontar la subida del colegio, de unos 50 metros de subida, pero con un porcentaje que me recuerda a Dragomán. Superado el último escollo, sólo quedaban entrar en meta, en subida, con la mejor de las sonrisas, animada por mi hermana y mis primos, que me esperaban. Ambientazo total!!! Si está claro que los últimos somos los que más aplausos llevamos!! :)
Entrando en meta, encantada!! (Foto de la organización)

Tras cambiarme de ropa e hidratarme, me quedé viendo las carreras infantiles (muy aplaudidas) y a la entrega de trofeos.

En resumen, quedé encantada de correr allí, acompañada de gente estupenda, la organización volcada, los voluntarios también, el público entusiasmado... Esperemos que esta primera edición venga seguida de muchas más!!!

Agosto de carreras: II Milla Nocturna A Rúa 2015

Por fin de vuelta de unos días de asueto en Meda, sin Internet, seguimos con el agosto de carreras.


Una semana después de la Marcha Nocturna, y con un par de entrenamientos en las piernas (uno de ellos con cambios de ritmo de 1 minuto), nos dirigimos un viernes por la tarde hasta A Rúa, a 65 kilómetros de Ponferrada, para participar en la segunda edición de la Milla Urbana Nocturna de esa localidad ourensana.



Dos años sin correr una milla, una prueba superrápida, para poder cogerle gustillo a eso de ponerse un dorsal, porque llevaba demasiado tiempo sin apuntarme a una carrera, y eso no puede ser! Nos dedicamos a saludar al personal de la zona, recoger el dorsal y la camiseta conmemorativa y nos dirigimos al coche para prepararme.


Juanma sigue con rehabilitación del accidente, al se ha unido una lumbalgia que le está dando guerra. Además odia correr las millas, por ser una prueba demasiado rápida para un cerdito volador. Pero quién dijo miedo??


Hace frío en A Rúa, estamos al borde del pantano de San Martiño, con unas vistas más propias de un paseo marítimo del norte. Tengo frío, caliento con calma, porque cuanto más corta es una prueba, más tengo que calentar, ya que se sale más rápido. Van saliendo las pruebas menores y las de hombres.
Quién dijo que en el interior de Galicia no hay paseos marítimos?? O Aguillón (A Rúa)
Ya es nuestro turno. Son las 22h15 de la noche y saldremos todas juntas: seniors y todas las veteranas. Nos reímos y charlamos antes de la salida. Y zas!! Salida!! Son tres vueltas a un circuito de poco más de 500m. Trato de llevar un ritmo bueno, aunque veo que con el tiempo me voy deshinchando. El viento es incómodo, sobre todo en ciertos tramos en los que sopla de cara. Pero no me preocupa. Me divierto y disfruto del ambiente.
Una sonrisa antes de salir. Quién dijo miedo?
Al primer paso de meta, me sorprendo. El speaker y organizador de la carrera (conocido forero de Correr en Galicia), dice mi nombre y mi localidad de procedencia. Cómo?? Le saludo dándole las gracias por acordarse. Un poco más adelante, alguien anima “Vamos Running para Todos!!!”. Un corredor de Toreno, que conoce a dos integrantes de nuestro equipo, había reconocido la equipación. Así da gusto!!


Último paso por meta antes de la última vuelta. Echo el resto, trato de pillar a la que me precede, pero no logro alcanzarla. Cruzo la meta en 8'23”, siendo sexta de mi categoría. No es un gran tiempo, pero pienso que puedo mejorar de aquí a la Milla de O Barco, a mediados de septiembre. He vencido al “miedo escénico” del dorsal, que es de lo que se trataba.
Enfilando la recta de meta. Ya estaba acabada!! (Foto: Organización)
Tras nuestra carrera, salieron veteranos B en adelante. Menudo carrerón!!! El vencedor volaba literalmente, y nuestro gran Paco Bao se imponía en un apretadísimo sprint a su competidor por la categoría Veteranos de más de 65 años. Bien por él!!!


Tras la entrega de premios, paramos en O Barco para cenar y volvimos a Ponferrada, ya que el sábado tocaba currar.


En resumen, una prueba con mucha participación para un viernes de verano, con mucho ambiente a pesar de estar alejada del centro de la localidad, y con vistas a un paseo estupendo. Qué más se puede pedir?


Aún nos queda una crónica de carrera de agosto, pero eso será... próximamente! :)


Caminando de noche: VI Marcha Nocturna Entre Lobos e Estrelas. A Veiga 2015

Si hay una cosa que intriga a los Cerditos Voladores, es la montaña.


Lo he contado muchas veces. Me siento muy orgullosa de mis orígenes. Mi familia proviene de la comarca de Valdeorras, una pequeña comarca ourensana, que tiene la suerte de conjugar los valles más hermosos, que producen unos vinos maravillosos, con las montañas más altas de Galicia.


El Concello de A Veiga es un gran desconocido de esta comarca, alberga una gran riqueza natural, con valles glaciares impresionantes, que culminan con el techo de Galicia: Pena Trevinca. No soy de playas, sino que desde siempre he pasado mis veranos entre Meda y Candeda, dos pueblos de ese ayuntamiento separados únicamente por dos kilómetros, en los que disfrutaba de la naturaleza, el monte y las aguas del río Xares, embalsado en el Pantano de Prada.


Pero este post no trata de vender mi pueblo, sino de poner en situación uno de los acontecimientos más importantes en esa comarca: la Marcha Nocturna “Entre Lobos e Estrelas”, que aprovecha una noche de luna llena para recorrer los montes de Trevinca, entre Zamora y Ourense para disfrutar de la naturaleza de una manera única: en una excursión nocturna, provistos de frontales, por las cumbres.


Esta sexta edición trataba de recorrer las algunas de las lagunas que se encuentran en Trevinca, saliendo del límite de provincia entre Ourense (Valdín) y Zamora (Porto de Sanabria), y volviendo a la localidad de Ponte, tras recorrer 21 kilómetros.


Después de la cena en A Veiga, rica rica en el Restaurante Río Xares, los organizadores y el alcalde nos dieron la bienvenida y nos informaron de la ruta que íbamos a recorrer, puntos de asistencia y demás instrucciones.


A medianoche cogimos un autocar a la salida. La noche estaba despejada, la temperatura era buena, aunque hacía algo de viento. Después de prepararnos, pasada la 1h10, nos pusimos en marcha.


Íbamos por el tramo zamorano del recorrido, maravilloso, la noche clara, en la que pudimos distinguir el paisaje, las primeras lagunas, los picos... . Una hora y media después paramos en una cabaña de pastores, para recuperar el aliento para afrontar los primeros picos, y pudimos divisar las Lagunas das Malladas dos Curráis.



Continuamos rodeando unos prados cercados con vallado eléctrico, para coronar el Pico do Sextil da Calva, a 1757m, ya en Ourense. Allí era el primer punto de evacuación de las posibles bajas. El frío era intenso, porque había viento, así que nos avituallamos rápidamente y nos adentramos en las rutas que nos llevarían a las grandes lagunas: Ocelo y Serpe.


Tras algunos tramos de subida, afrontamos la bajada hacia Ocelo en un tramo bastante pronunciado, técnico, con piedra suelta. Odio las bajadas, me agobio con ellas. Pero allí, al fondo, nos encontramos un auténtico tesoro: la Laguna de Ocelo, un remanso de tranquilidad. Allí nos quitamos las mochilas, nos sentamos en la hierba y miramos al cielo. Hasta alguna estrella fugaz apareció! Fueron los 15 minutos más especiales de la noche. En ese momento, pudimos comer algo y estirar en condiciones.
Valle del nacimiento del río Bibei, en la provincia de Zamora.
Nos quedaba lo más duro, la subida al Fial y a Lagoa da Serpe. El tramo se hizo duro. El terreno era irregular, resbaladizo e inestable. Tras una subida complicada, nos esperó un tramo de brezos, exigente. Estábamos cansados, todavía no eran las 7h de la mañana, y llevábamos toda la noche caminando. Recorríamos el valle del nacimiento del río Bibei, y allí, apareció por fin... A Lagoa da Serpe. Impresionante!!!

La Lagoa da Serpe, última parada de nuestro recorrido
 Subimos al pico Fial y vimos amanecer, el sol salió entre Pena Trevinca y Pena Negra. El cansancio había venido de golpe y gracias a la barrita que me quedaba y un menta-poleo caliente que me dio Marcos, miembro del GREIM de Trives, pude afrontar con ganas la bajada.
 
Amaneciendo en Trevinca. Espectacular!!!
Y qué bajada!!! Seis kilómetros constantes, reteniendo, viendo como las rodillas me dolían, los gemelos me subían, como este año en Aquilianos. Y a mitad de camino... zas!! Me caigo. Me tomo mi tiempo, veo que sigo entera, aunque con dolor en una mano. Eran las 9h30 cuando llegamos a Ponte. Agotados, bebimos agua fresquita en la fuente, estiramos un poco y nos montamos en el bus hasta A Veiga, lugar escogido para desayunar y cerrar la actividad.
Un vistazo al recorrido!!!
En el Restaurante Peña Trevinca nos prepararon un desayuno estupendo. Allí finalizó la actividad, donde ya nos anunciaron que la excursión nocturna del 2016 será Vilanova-Teixedal de Casaio, Pena Trevinca, Vilanova: más de 30 kilómetros y 14 horas que prometen, pero eso será... otro año.


Sólo me queda agradecer al Concello de A Veiga, a Trevihost, a Cholo, al GREIM de Trives y a todos los que ayudaron a que esta travesía nocturna merezca mucho la pena y que sea una actividad en la que participa gente de toda España.


Más info en:
Web de Trevihost (Asociación de Hostalería e Turismo Trevinca)de A Veiga

Decíamos ayer...

Pues eso me pasó a mí, que un día tras otro y con pocas ganas de ponerme a escribir, o tal vez porque no tenía demasiadas cosas que contar, o porque las cosas que me ocurrían eran sencillas e insignificantes (o eso pensaba yo)... así acabó Mayo, pasó Junio, Julio fueron vacaciones atléticas... y llegó Agosto, en el que llegarán por fin mis vacaciones y mi tan ansiado descanso mental.


Pero echemos la vista atrás un poco al trimestre pasado...


Mayo acabó con mi paso a la categoría Veterana B. Sí, sí, cuarenta castañas que cayeron, lejos quedan las épocas de senior en las que corría poco, pero ahora con 7 años más en el cuerpo, pues las piernas pesan más, y los años... o eran los kilos?? No me importa reconocer la edad que tengo, se trata de llevar la vida con la mejor de las sonrisas. La vida y las canas le quitan importancia a las cosas, y la vergüenza del furgón de cola se va borrando. Lo importante es no hacerse daño...


Tras la Carrera contra el Cáncer de A Rúa, nos pusimos en modo Aquilianos, prueba estrella de junio, y eso significó cambiar de planteamiento: entrenamientos en el Pajariel, alguna que otra cuesta, y recuperar los bastones. No, no, amigos cofrades, no me he pasado al lado oscuro (la montaña), sino que junio han servido de escenario de andainas y travesías, antes del duro (durísimo diría yo) verano de calor.

Junio

El primer sábado de junio se convierte en la cita obligada que abre el verano: Travesía Integral de Montes Aquilianos, 20 edición, una carrera que no es competitiva, en la que se trata de disfrutar del monte y de las vistas, que son espectaculares. Fieles a nuestra filosofía, fuimos caminando todo el camino. La subida a la Ramosa con calma, la subida a los Doce Apóstoles rodeados de un rebaño de cabras y ovejas, en la que me encontré fenomenal, pero tras el descanso de Ferradillo la frescura no fue tal y acabé con ambos gemelos acalambrados, prefiriendo subir más que bajar... Íbamos para hacer menos tiempo que otros años (bajar de las 11h), pero mis problemas musculares hicieron que perdiéramos tiempo. Resultado: una espectacular sonrisa, alegría por finalizarla y con ganas de que llegue la edición número XXI.
Coronando el alto de los Doce Apóstoles, en el km. 24 de la Travesia
Hacia mediados de junio, coincidiendo en fecha con la Media Maratón Nocturna de Ponferrada, decidimos dejar Mordor, y pasar la tarde en mi querida Valdeorras (tierra de nacimiento de mi familia). Allí se desarrollaba el II Trail Trotadas Valdeorras, por los montes de los alrededores de O Barco. Respondimos al llamamiento del buen amigo José Parra, organizador de la prueba, y nos prestamos a echar una mano en lo que pudiéramos y allí nos presentamos, provistos de sombrilla, agua bien fresquita y buen humor, para ayudar en el tercer avituallamiento. Allí, en mitad del monte, pasamos una divertida tarde, con música y alegría. Dura ruta, por lo que pudimos comprobar, terreno bastante técnico y gran ambiente.
En la salida/llegada del Trotadas Trail, antes de subir al monte. Gentileza de Promecom
Animada merienda post-carrera, divertida entrega de premios y vuelta a Ponferrada, justo a tiempo para seguir los últimos kilómetros de la Nocturna: animar a Álex, el míster, en su victoria, y a todos los valientes corredores, que desafiaron el calor agobiante. Una pena que ambas pruebas coincidieran (aunque se anunció antes el Trail que la Media), pero pasamos una tarde estupenda con el habitual buen rollo.


El último domingo de junio decidimos probar una carrera nueva, en una zona que apenas conocía: la I Caldelas Vegan Trail, en Castro Caldelas (Ourense). Una carrera especial por varias razones: por ser la primera que se organizaba en ese ayuntamiento, por ser tres pruebas en una: una de 45K, una de 21 y una de 6K, y porque todos los avituallamientos así como la comida post-carrera eran veganos.


Dado que junio había sido complicado después de Aquilianos (estuve 10 días sin entrenar) y no iba muy confiada, decidimos hacer la andaina de 6K, testimonial, simplemente para estar con la gente y probar algo distinto. Probamos de todo: barro en algunas zonas (y yo con mis Glycerin de asfalto), arboledas estupendas, y zonas de asfalto. Un error de señalización nos hizo “colarnos” en el recorrido largo de 45K y hacer finalmente 3 kilómetros más. Nos dio igual, nos lo tomamos con filosofía y contentos por conocer la zona.
Nuestra llegada a meta. Gentileza de Tuchi Fernández
La comida post-carrera estaba rica (aunque la cola, con el calor reinante, se hizo pesada y larga) y volvimos a Ponferrada encantados.

Julio: parón casi total

El mes de julio era de vacaciones en Running para Todos. Alex nos daba un descanso de dos meses. Con grandes intenciones de entrenar en verano, para preparar Porto, habíamos empezado a trotar casi de nuevo, pero un inoportuno accidente de tráfico de Juanma (afortunadamente sin consecuencias importantes aparte de los habituales problemas cervicales), hizo que se fueran las ganas de entrenar. Sin compañero de entrenos y con días de calor extremo en Ponferrada, no me animo a ponerme las zapas y salir a correr. Y tampoco soy capaz de madrugar, así que mes en blanco prácticamente.


El mes de julio se saldó con 3 entrenos, cortos y lentos, alguno a ca-cos, pero con la vista puesta en que agosto no puede seguir así.

Agosto

Así que con agosto, volvimos a calzarnos las zapas. Entrenos entre 35 y 40 minutos, no más de 5 kilómetros, pero con buenas sensaciones. Con la vista puesta en algunas carreras en Valdeorras, ya que con el buen tiempo, nos acercamos a la “Terriña” para participar en algunos eventos deportivos, que os contaré la semana que viene:
- Marcha Nocturna “Entre Lobos e Estrelas”, por las Tierras Altas de Trevinca, en A Veiga, el pasado 1 de agosto.
- II Milla Urbana Nocturna “A Rúa 2015”, el viernes 7 de agosto.


Pero eso será... en otro post!!! :)

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