En el mundo de las carreras populares no todos vuelan, y después de los vencedores, llega el furgón de cola y el coche escoba.

Y es en ese lugar donde el running se ve de modo diferente.

Perseguimos a las gacelas a nuestro ritmo: el trote cochinero...


Cerditos on Tour... XXV Carreira Popular da Ferreirúa

Después de los 10K de A Coruña, hemos vuelto a pillar la senda de las carreras, preparando el cuerpo para la travesía de los Montes Aquilianos del próximo 7 de junio.

En el mes de mayo se desarrolla un clásico en el running gallego, la Carreira Popular y Media Maratón de Ferreirúa, que celebra su XXV aniversario. Era la cuarta edición en la que participábamos, y es una carrera exigente, sobre todo cuando no llevas demasiados kilómetros en las piernas, en las que el primer kilómetro es de constante subida, y te pilla casi fría, y los tres últimos kilómetros también, para rematarte.


Y con esas premisas, pues allá que nos fuimos, para celebrar con ellos su XXV aniversario, en la que se homenajeaba al gran Andrés Díaz (uno de los grandes del atletismo español de todos los tiempos) que estuvo en la ceremonia de entrega de trofeos. Como siempre, todo el pueblo de Ferreirúa se vuelca con la carrera (a través de su Asociación Deportiva), y también el ayuntamiento de A Pobra do Brollón. Además la gran cantidad de niños que participan hace que mucha gente se acerque a esta aldea lucense.

Y todo ello a pesar del reiterativo boicot de la Federación Galega de Atletismo, que tuvo a bien poner el mismo día en Vigo el Campeonato Galego de Media Maratón, a pesar de que esta humilde carrera ya tuviera fecha fija asignada desde hace años y fuera oficial en el calendario regional desde el pasado otoño. Dicho esto, las buenas carreras no entienden de sectarismo y triunfan por sí mismas.


La llegada a la aldea está señalizada desde la cabecera del municipio, parking-leira señalizado, todo organizado para albergar al personal. Entrega de dorsales fluida, lo mismo que la preciosa camiseta conmemorativa, y la posiblidad de comprar un libro que narra la historia de una de las carreras decanas del pedestrismo gallego.

Recogimos nuestros dorsales, saludamos a nuestros amigos del Trotadas valdeorrés, tomamos un café calentito y fuimos a prepararnos. Tuvimos la suerte de dejar el coche en la sombra, con lo cual cuando volvimos después de la carrera, el coche no era un horno.

A las 10h50 habíamos quedado con nuestros amigos correlegas de Correr En Galicia, para hacernos la foto de rigor. Seguimos calentando y noté que las piernas iban poco frescas. Todos los años cometo el mismo error, no caliento lo suficiente y luego el primer kilómetro me da la risa, porque era todo de subida.
FotoKedada con los amigos de Correr en Galicia (Foto Jesús Bernal)
A las 11h05 se dio el pistoletazo de salida a la carrera corta mientras el resto de los corredores seguían calentando. El día era soleado, y me parecía a mí que caluroso, como así fue. Ya sabéis que calor y cerdito no son compatibles. El primer kilómetro de subida, dura, que no subo cómoda. Veo que voy demasiado rápido.
Subiendo en el km.1, saludando a Raquel que estuvo pendiente de los Trotadas y los Cerditos Voladores.

El segundo kilómetro es de falso llano que tira hacia abajo hacia el final del mismo. Hace sombra, que se agradece y mucho. Nos incorporamos a una carretera en una bajada que puede ser agradecida, pero noto una sensación muy extraña. Nunca me había pasado en una carrera: se me duerme el pie izquierdo. Cómo puede ser??

Llegamos al km.3, en el pueblo de Pacios de Veiga, abandonamos la carretera y tomamos una pista asfaltada. Se para una chica y va caminando. Me hubiera encantado quedarme con ella, pero sigo, mejor o peor, sin encontrar ritmo posible. Estoy deseando acabar aunque sé que me queda lo peor. Mi compañero de kilómetros va más fuerte que yo y me marca ritmo, que a duras penas puedo seguir.

En el kilómetro 4.5 llega el avituallamiento. Cojo la botella y tras unos metros, voy caminando. De ahí hasta el final de la carrera caminaré las subidas y trotaré los llanos. Me lo tomo con filosofía: si no puedo correr, por lo menos he de caminar rápido para Aquilianos. Al fin y al cabo esto es un entreno con dorsal.

Kilómetro 6, Santalla, empieza lo más peliagudo. Nos adelantan los primeros y mi compañero se escapa. No pasa nada. Tengo delante de mí a una chica con camiseta verde de la Carrera de San Martiño. No va demasiado bien. Camina y corre como yo. Cuando estamos coronando el alto, prácticamente en el km.7, veo que se para y se agacha. Me paro inmediatamente y algunos corredores de la media nos recomiendan ir hacia la sombra. No se encuentra nada bien y vomita. Le doy mi botella de agua y la acompaño hasta que ella me dice que tire, y alguno de la media también se para a darle agua.

En el kilómetro 8 hay un segundo avituallamiento, y les informo que hay una chica mareada, a 200m, ya estaban avisados y mandaban alguien para allá. El último kilómetro lo hago caminando y corriendo, pensando en aquella chica. A todos nos puede dar un mal día.

Entro en meta en 1h09'51 (puesto 200 de 202), muy lejos de mis mejores tiempos, pero Ferreirúa es así, implacable, como vayas escasa de entrenos, te funde. El tiempo es lo de menos. Me quedo con el compañerismo que te da este deporte, en el que ayudas al que está fastidiado. Recojo mi avituallamiento, me siento en un banco y veo que la chica entra en meta. Le pregunto y me dice que se encuentra mejor. Me alegro por ella.
Último arreón antes de entrar en meta. Gracias Raquel por esta estupenda foto :)

Estiramos bien y vemos a los corredores de la media llegar al paso intermedio. Animamos a Jesús Bernal y a Carlos Revuelta, que están rematando la primera vuelta. Nos cambiamos y volvemos a meta para animar a los que van llegando. Qué grande Carlos, cerrando el pelotón, recorremos unos metros trotando con él y le dejamos que finalice la carrera. Nos quitamos el sombrero ante este hombre!!!

Érase un hombre que tiene más maratones que medias. Carlos, gracias por tu ejemplo (Foto: Raquel)



Para finalizar la jornada, pinchos de empanada y queso acompañados de vino de la tierra, mientras que se preparaba la entrega de trofeos. 

Foto con Jesús Bernal (centro), los amigos Trotadas y Manuel (ADAS Valdeorras) durante el aperitivo

En resumen, carrera número 50 de mi historial particular sufrida, dura, y desastrosa, pero llegamos a meta y disfrutamos de las gentes de Ferreirúa y de los amigos, qué más se puede pedir?

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1 comentarios:

Rafael

No puedes pedir nada mas Annie, lo tuviste todo hasta un perfil duro y rompepiernas que es mal compañero junto con el calor para poder llevar ritmos alegres.De todas formas esas carreras son un gran entrenamiento y sumar esas 50 (yo llevare 53 o por ahi, vamos a la par), esta de lujo.Lo importante es sumar siempre sumar carreras y experiencias, unas iran bien y otras no tanto pero hacer deporte no nos lo quita nadie. Esta vez tu compi te gano,eh???, te la tenia guardada,jajaja. Y por encima de todo el compañerismo y ayudar a la gente, solo faltaba, felicidades por ello y por todo.
Un abrazo y a seguir sumando, ya veras como la siguiente sale mejor y al menos no fuiste ultima aunque bien sabemos que eso tambien es lo de menos.

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