En el mundo de las carreras populares no todos vuelan, y después de los vencedores, llega el furgón de cola y el coche escoba.

Y es en ese lugar donde el running se ve de modo diferente.

Perseguimos a las gacelas a nuestro ritmo: el trote cochinero...


El último corredor

Esta mañana, al abrir una de esas redes sociales que pululan por Internet, dos amigos compartían el mismo artículo: El último corredor. Picada por la curiosidad, me sumergí en su lectura y me sentí totalmente identificada.
Pocas veces he asistido a carreras como mera espectadora. Tal vez la última haya sido la Carrera de Pascua de Padrón de hace un par de años. En aquellos momentos el bicho del running estaba empezando a hacer de las suyas y estaba preparando mi primera Carrera de la Mujer que sería en Santiago dos meses más tarde.
El caso es que todos aquellos corredores se aventuraban a recorrer los 11 kms por las parroquias de Padrón (A Coruña). Aquella distancia me parecía un mundo cuando apenas podía correr 30 minutos a un "maravilloso" ritmo de 7'30"/km. Aquel día me quedé viendo la llegada de todos, del primero al último, e incluso la entrega de premios.
Meses después me sentí la última corredora en la llegada a meta de los 10K nocturnos de Ponferrada, un reto en el que fui en cola del pelotón durante toda la carrera, insufrible, doblada por tres ilustres: Alex Martínez (mi entrenador actual), Martín Fiz (el grande entre los grandes) y el incombustible Chus Alonso. Mi llegada a meta fue multitudinaria, pero no me esperaban a mí, esperaban al cuarto de la Media :).
El pasado otoño, el perseguidor de galgos y yo nos embarcamos en un nuevo reto: los 15K de Porto (Portugal) que coincidía con la Maratona que se disputaba en la ciudad. Tras realizar una carrera estupenda (para nuestras modestas aspiraciones) nos fuimos al hotel para ducharnos, comer y regresar a meta para ver llegar a nuestro querido Paco Bao, que corría su primera maratón y que tenia previsto hacerla en 5h. Le vimos llegar y nos quedamos en la recta de meta hasta que acabó el último corredor.

Foto-Finish:

Como todos los viernes, mi amigo Julio me vendió mi cupón semanal. Cuál sería mi sorpresa cuando el número eran los metros exactos de la distancia de Filípedes: 42195m.


Dedicado a todos aquellos que participan mañana en la Maratón de Barcelona, especialmente a los Esprintes de Ourense. Mucha fuerza!!! :)


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