Como en todas las vueltas al cole, los buenos propósitos florecen y todo son buenas intenciones. Esta temporada intentaré entrenar 3 días a la semana, aprovechando que la ULE Bierzo tendrá 2 entrenos presenciales, aparte de la tirada larga de los domingos...
He de reconocer que muchos lunes, sobre todo en invierno, no era capaz de ponerme la ropa de faena para salir a correr y el entreno conjunto "te obliga" a salir porque has quedado. Por eso siempre fui partidaria de unirme a un grupo de corredores, más que entrenar en solitario.
La semana pasada, por ser la primera de la nueva temporada, tenía un aliciente más... la quedada con los amigos de León (muchos de ellos participaron en "A Santiago contra el Cáncer") para realizar un entreno conjunto, descubriendo "la joya de la corona" de Ponferrada, el Monte Pajariel.
La quedada estaba fijada para las 10h30 de la mañana, y a las 9h caía un chaparrón sobre Ponferrada, que templó la temperatura y aumentó la humedad en el ambiente. Tras los saludos pertinentes, tomamos rumbo al río, recorriendo el camino desde el Museo Nacional de la Energia hacia la pasarela cruza hacia el Pajariel.
Una vez cruzado el río, nos adentramos en el camino que conduce a Toral de Merayo, coincidente con el Camino de Santiago de Invierno, con sus subidas y bajadas, rodeados de monte y viñas. El Pajariel es un lugar ideal para entrenar, ya que tiene innumerables caminos, cortafuegos y demás, permitiendo múltiples recorridos de mayor o menor dificultad. No suelo entrenar por allí, ya que a los cerditos voladores no nos gustan las cuestas, y preferimos entrenar por llano. :-)
Antes de emprender la bajada hacia Toral de Merayo, nos desviamos hacia la Senda de la Enma en una bajada maravillosa pero peligrosa (si no se llevaba zapatillas de trail, por la lluvia y la caída de las primeras hojas). Posteriormente tomamos la Senda de la Lola, que aquellos que han realizado alguna vez la Travesía de los Montes Aquilianos conocerán perfectamente, por ser la que bordea el río.
Finalmente, volvimos a cruzar el río y regresamos por el mismo camino del río Sil hasta nuestro punto de reunión. Salieron 10.5 kms realizados con tranquilidad, con paradas para reagruparnos y muy buen humor.
Tras la pertinente ducha, compartimos una animadísima comida y gran tertulia para finalizar esta jornada de "convivencia runneril". Quiero agradecer desde aquí a todos los que se animaron a compartir este día, a los que organizaron el evento, y a los fotógrafos, por retratar esta jornada y cedernos sus instantáneas.
Gracias a todos y nos vemos en León!!