En el mundo de las carreras populares no todos vuelan, y después de los vencedores, llega el furgón de cola y el coche escoba.

Y es en ese lugar donde el running se ve de modo diferente.

Perseguimos a las gacelas a nuestro ritmo: el trote cochinero...


Cerditos on tour: San Martiño 2014

La Cofradía se pone en marcha de nuevo.

Nunca nos hemos parado, tal vez porque en los últimos meses estuvimos inmersos en la preparación de la carrera más importante de nuestra vida. Seis meses de intenso trabajo, de desvelos, de quitarle horas al escaso tiempo libre que tenemos para preparar una prueba que recién empieza y que esperemos que recorra muchos kilómetros. En octubre "oficializamos" esta Cofradía, y todo aquél que se haya embarcado en la organización de una boda, sabe de qué estoy hablando. De ahí nuestro prolongado silencio.

Como este blog va de running y no pretendo que esto se convierta en un "Cofradía de Luxe", volvemos a la normalidad y tratamos de regresar a entrenos y carreras con más regularidad.

Tenemos un resumen de las carreras pendientes de octubre y noviembre, pero hoy me voy a centrar en un clásico de las carreras populares gallegas: la XXXVIII Carreira Popular do San Martiño en Ourense. Una de las carreras con más inscripciones de toda la comunidad: unas 10000, incluyendo la categorías inferiores, y con más de 4300 participantes llegados a meta en la carrera absoluta (de 5200 inscritos).

Con pocos entrenos, hay que reconocerlo, decidimos participar por tercer año consecutivo en esta prueba y el ambiente es increíble. Este año se pusieron en marcha varias novedades: por fin cajones en la salida y tres liebres para marcar los ritmos. El recorrido era más que conocido, con los 5 primeros kilómetros duros y la segunda parte de la carrera tiene algunos repechos más, discurre por el casco histórico y con un regalo en el último kilómetro.

Contrariamente a lo que solemos hacer, fuimos con mucho tiempo a la salida, trotando desde donde dormíamos hasta el Pabellón dos Remedios. Todo estaba dispuesto para que empezara la fiesta. El día se muestra desapacible, y empieza a orballar. La lluvia nos acompañaría toda la mañana, haciendo que la temperatura fuera agradable y que fueran las condiciones ideales para correr.

Foto antes de que llegara todo el mundo. (Foto: La Voz de Galicia)
Calentando rodeados de las liebres y otros corredores (Foto: Tito Picouto)

No podía falta la FotoKedada con los amigos de Correr en Galicia (Foto: Jesús Bernal)

Eran las 11h, la marea humana se pone en marcha por el Puente del Milenio. Subimos hacia la estación en pelotón, despacito porque el desnivel así lo requería, y además por la gran cantidad de corredores que había, que buscaban posiciones. Una vez salvado ese primer escollo, tocó bajar hacia el Puente Romano, también en pelotón, porque la estrechez del puente obligaba a adaptar la marcha.

Pasando por el Puente Romano, en pelotón multicolor
La primera parte de la carrera fue complicada, ya que el recorrido va en subida tendida, con pocos tramos en llano o bajada. La cuesta de la subida al Jardín del Possío, previo al kilómetro 5,  hizo que las fuerzas se resintieran, pero alli pudimos coger un botellín de agua (sorprendió la poca cantidad de voluntarios en ese avituallamiento, insuficiente para el paso del grueso del pelotón).

Bebimos con calma y, tras volver a pasar por el Possío, nos adentramos en el casco histórico. Allí estaban nuestros amigos animando. Así parece que queda menos!!!
Una Plaza Mayor inclinada?? Pues sí, en Ourense, y pasamos por allí!

Tras pasar la Plaza Mayor y el Paseo, sólo quedaba el tramo recto del Campus y la bajada hacia el puente nuevo. Una vez finalizado el puente, me esperaba mi bestia negra de todos los años, la cuesta de subida a la Alameda del Puente. Nunca había sido capaz de subirla corriendo, pero sabiendo que íbamos tranquilos, y que allí nos esperaría el gran Tito Picouto, no podía rendirme un año más!!
Qué mejor manera de acabar una carrera que sonreír ante nuestro fotógrafo favorito. Gracias Tito!
Y allí estaba!! Así que sacamos la mejor de las sonrisas y enfilamos el último kilómetro. Prueba superada, cuesta superada!!! Sólo quedaba bajar hacia el Puente Romano de nuevo y salvar el último puente hacia la meta.
Foto con José Luis en la llegada.
Recogimos un Powerade, estiramos con calma, saludamos a nuestro amigo José Luis de A Rúa y hasta nos dio tiempo para responder algunas preguntas de TeleMiño.

Carrera número 55 acabada, con la mejor de las sonrisas. El tiempo? Lo de menos, sólo queríamos pasarlo bien. Sólo un detalle: unos 1000 participantes tardaron más de una hora, y unos 80 acabaron en más de 1h10 en tiempo neto. El cierre de control quedó fijado en 1h tras la llegada del primer corredor (es decir, en 1h30).

En la provincia de León, los cierres de control se fijan en 1h15, lo que resta participación sobre todo de principiantes, pero con 1h30, la participación es superior, sobre todo de mujeres.

En resumen, una carrera que mejora con los años, aunque debería revisar el avituallamiento del kilómetro 5 y la definición de cajones, con mucho público en las calles (pero poco animoso), y que seguirá siendo un fijo en nuestro calendario.

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