En el mundo de las carreras populares no todos vuelan, y después de los vencedores, llega el furgón de cola y el coche escoba.

Y es en ese lugar donde el running se ve de modo diferente.

Perseguimos a las gacelas a nuestro ritmo: el trote cochinero...


Un reto más: Travesía de los Montes Aquilianos

Sábado 1 de junio, 4h20 de la madrugada. Con apenas tres horas de sueño me levanto, descansada (sorprendentemente), y empiezo el ritual que acostumbran a seguir los "entendidos" en la materia. La ropa está cuidadosamente escogida, la bolsa de cambio de ropa para Montes de Valdueza preparada, el avituallamiento sólido y líquido fresco en la mochila.

Desayuno y nos vamos a la plaza del Ayuntamiento. Son las 5h40. Allí el ambiente es increíble, se nota la tensa espera y los nervios previos a la salida. Saludamos a la gente de otros clubes y a los amigos que han madrugado para pasar un "rato" por las montañas. Fotos antes de la salida y unas breves palabras de Abel Antón, para animar al personal. Y ya está la cosa en marcha!!!

Equipo ULE Bierzo antes de la salida

Foto de familia antes de la salida.

Salimos caminando, con calma, por las calles de Ponferrada, camino de Otero. La intención es pasarlo bien y acabar, más allá de un tiempo, porque para eso la Travesía no es competitiva. Cruzamos el puente Mascarón y enfilamos las primeras "tachuelas" camino de Otero de Ponferrada. Apenas llevábamos 15 minutos y ya la primera parada técnica.

Se acaba el asfalto y seguimos por las pistas que rodean el Monte Pajariel. Charlas animadas y bromas varias para amenizar el camino. Bajamos por una pista destrozada por las lluvias del invierno, con grandes socavones. Apenas ha pasado una hora y segunda parada técnica. Mal asunto... voy incómoda y pensando que como siga así, tendré que parar 5 veces antes de llegar a Montes. Llaneamos y seguimos el curso del río Oza subiendo hacia Villanueva. Son las 8h de la mañana y llegamos al primer control. La media es buena (5 kms/hora). Medio plátano, un poco de agua, un mini-croissant relleno de choco y seguimos.
Alto de Villanueva de Valdueza, sale el sol.

Subida para calentar las piernas, a mi ritmo, los demás son más rápidos, pero no por mucho forzar voy a llegar antes, y lo puedo pagar más adelante. Llegamos al final y sobra todo. Sale el sol y nos ponemos la gorra y las gafas. Troto un poco y suelto las piernas llaneando para que la bajada a Valdefrancos se haga más liviana. Tercera parada y nos vamos camino de San Clemente. Tramo de asfalto hasta pasar el pueblo.

Camino a la derecha y afrontamos uno de los más temidos escollos para mí: el Alto de la Ramosa, no por complicación sino por desconocimiento. Enchufo mi iPod, miro al suelo y para arriba!!! Voy a mi aire, dosifico las fuerzas, bebo cuando el cuerpo me lo pide (la temperatura es buena, no habrá más de 10 grados) y poco a poco, voy subiendo. Una vez hecha cumbre se ven los Aquilianos en su esplendor. Nos paramos a coger aire, una foto para el recuerdo y recorremos el sendero hasta Montes. Cogemos marcheta y recuperamos bien, para afrontar una leve subida para acceder al pueblo.
Vista de los Aquilianos desde el Alto de la Ramosa, antes de llegar a Montes
 
Son las 10h10, llevamos algo más de 20 kilómetros y llega el segundo avituallamiento. Allí me quito el cortavientos y la camiseta de manga larga, me cambio de camiseta y me echo abundante crema solar (excepto en las piernas, gran error). Como un poco de sandía, medio plátano, un poco de aquarius y relleno con agua la Camelback. Saludamos al personal y seguimos camino. Rodeamos el Monasterio y recorremos las calles del pueblo.Ya conocía la subida por la pista y no por el sendero, y he de reconocer que este tramo se me hizo llevadero, más que por la pista. Vamos bastante acompañados y llegamos a los Doce Apóstoles, al pie de la Guiana.
 Al pie de la Guiana y los Doce Apóstoles.

Nos hacemos más fotos, y nos encontramos con gente conocida que nos hace llevadero el tramo. Ya lo peor ha pasado y toca llanear y bajar hacia el siguiente avituallamiento. Allí foto de rigor, un poco más de agua, sandía fresquísima y un poco de charla. El día es precioso, y una leve brisa hace que el sol no pegue tanto.
Avituallamiento de los Doce Apóstoles, con buen ánimo (Foto: Organización)

Nueva parada técnica y empiezan las bromas en el grupeto: Rulo, Juanma y yo íbamos muy bien, muscularmente genial, aunque temerosos de alguna uña que probablemente iba a morir en combate. Empieza el Whatsapp a sonar con su musiquita: los primeros compañeros están llegando a meta. El grupeto ha aumentado y las bromas también. Recojo una piña del suelo para mi colección particular y nos acercamos al punto de encuentro con la ruta A.

Ya bajando hacia Ferradillo, nos adelanta un compañero del equipo ULE Bierzo, Dani, que viene de las cumbres, le saludamos y le damos ánimos para lo que queda. Con el pueblo al alcance de la mano, veo lo que me queda, una brutal bajada por un sendero destrozado por las lluvias. Ahí me entra el agobio pero con la ayuda de mis bastones paso a paso llego al pueblo. Allí toca comer, un bocata de jamón con tomate, plátano y sandía. Estiro bien, sobre todo el glúteo y piramidal que venían tocados de las bajadas.

Son las 14h, nos quedan 16 kilómetros para meta: ocho de ellos en una bajada infernal hacia Rimor. He oído mucho sobre este tramo, aunque afortunadamente se ha eliminado el tramo más técnico lleno de piedra y roca. El descenso es contínuo sin descanso por un bosque de robles, precioso, a la sombra (que se agradece muchísimo ya que el sol aprieta duro). En ese momento (pasadas las 8h30 de travesía) se me acaba la batería del Fore. Llevábamos más de 32 kms y pierdo mi punto de referencia. Tras ese bosque llegamos a una pista más ancha, interminable, en la que al final, a lo lejos aparece Rimor. Última parada técnica y bajamos despacio, ya que las uñas de los pies de mis compañeros de jornada iban bastante perjudicadas. Yo me encuentraba con ganas, concentrada en lo que recorría.

Ya en Rimor, último control y avituallamiento. Isabel, de Ruta Sport, nos pregunta por el nuevo tramo: espectacular!! Gracias por los ánimos, guapa!!! Un par de trozos de sandía, una isotónica y tiramos hacia Toral de Merayo, por un tramo de asfalto, que se hace tierra ya para llegar al pueblo. Callejeamos, y los corredores de la ruta A nos van adelantando. Las calles se hacen interminables, aunque al ser un tramo conocido, ya me veo en Ponferrada.

Sólo nos queda el túnel del Pajariel y la senda de la Lola, y ya se siente la meta cerca. Llevamos más de 11h caminando y las piernas me arden, sinónimo de que se han quemado (y mucho). Cruzamos la pasarela sobre el río Sil y enfilamos la última rampa del castillo. A escasos 500m de meta las piernas van solas y yo ya llevo la sonrisa puesta. Se escucha una voz que nos anima: es Xosemán (Vidal), amigo y colega habitual en la ruta A de Aquilianos, que este año no ha participado en la prueba. Gracias crack!!!

La calle del Reloj, que he recorrido tantas veces, y que hace unos años era sinónimo de espera mientras que mis compañeros de andanzas llegaban, hoy me recibe. Se oye la música de meta ("Simply the Best", de Tina Turner). Ánimos de gente conocida y aplausos al girar a la derecha: Plaza del ayuntamiento, el arco de meta y nosotros, cogidos de la mano, llegando. Al final 11h21minutos de excursión, en la que el tiempo era lo de menos.

 "Simply the Best" quedará como la banda sonora de la llegada a meta de mis primeros Aquilianos

Diploma con el tiempo, avituallamiento final abundante y un "relajante" leve masaje por parte de los alumnos de la escuela de fisioterapia de la ULE, sobre todo porque tenía las piernas completamente quemadas. Afortunadamente el hielo que me pusieron me alivió en gran medida y al día siguiente no tenía ni una agujeta (salvo las quemaduras).
Descarga de piernas por parte de los alumnos de Fisioterapia de la ULE. A que se agradece? (Foto RobLob) 

Parte de guerra: una mini-ampolla inapreciable y los dos gemelos quemados, lo que me impidió caminar y levantarme de la cama con normalidad. Muscularmente me encontré fenomenal durante y después de la prueba, incluso con ganas de entrenar, así que mejor de lo que imaginaba.

Esto ha sido un gran reto para mí, modesto, por supuesto, pero grande para mí. Nunca había caminado más de 35kms y si bien el tiempo que daba la organización era considerable (15 horas), debía poner a prueba mi capacidad mental para saber sufrir. Pero lejos de agobiarme, me encontré muy bien, concentrada, y con ganas de seguir. Mi madre me decía que no la acabaría, pues te equivocaste maja!!! :)
Foto en la llegada... Qué buena jornada, chicos!!!!!

Por último, agradezco desde aquí a la organización, perfecta en todo momento, a los voluntarios, a mis compañeros de andanzas, que se preocuparon en todo momento por mí, y a los amigos y la familia.

¡¡En el 2014 más!!

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3 comentarios:

Fran.

Enhorabuena Annie y Juan Manuel. ..sois unos fenómenos !!!...para el año, un poquito más. ..hasta los 101 !

Annie

Los 101 no son una prueba "sencilla", unido a la fortaleza física, está la fortaleza mental y un punto de locura.

El punto de locura sí lo tengo, la fortaleza física y mental me faltan...

Tal vez algún año ataquemos la "corta" de los 101. Será en el 2014??

McRobi

Enhorabuena! Eso si, una vez que los catas, ten preparado el primer fin de semana de Junio porque es difícil no volver!! :)

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